No sé. Esta vez ya si que no sé por dónde empezar...
Sólo quiero pensar que las casualidades existen, y que lo que ronda en mi cabeza sólo son caprichos pasajeros, momentáneos; y que pronto se esfumarán sin dejar ni rastro.
Sé que pienso demasiado, y que todas estas paranoias son probablemente fruto de mis obsesiones y de eso que yo no puedo parar de hacer cuando tengo un problema: comerme la cabeza. Y sé que en realidad es lo que no debería hacer, lo peor que puedo hacer, y que seguramente sólo me cree más dudas y no me solucione nada; pero es inevitable.
Necesito hechos, y no tantas suposiciones.
También he oído que las mejores soluciones suelen ser las que primero se nos ocurren, las que menos hemos pensado. Pero...¿quién es capaz de tomar una decisión sin pararse a mirar las consecuencias?
En este momento yo no veo consecuencias, porque ni tan siquiera hay una decisión, una respuesta a esa pregunta que aún está por hacer.
Dicho esto, lo mejor es dejar las cosas como están, y esperar a que algo ocurra, a que aparezca esa razón que confirme o desmienta mis suposiciones.
bonito blloog
ResponderEliminarsigenos y te segimos
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un beso