Sabías que esto podía pasar.
En una decisión siempre hay una parte negativa, y lo mejor que puedes hacer desde el principio es posicionarte en el lado malo, por el típico “por si acaso” que tanto nos fastidia.
Confiaste demasiado en ti, en tus posibilidades, diste por hecho que tú ya tenías esa batalla ganada, y que ese gran triunfo sería tuyo en cuestión tiempo. Pero te equivocaste. La suerte te dio la espalda, y sé que es horrible, y que incluso no te lo esperabas, pero hay que pasar página. Ya es hora de dar un paso adelante y aceptar las derrotas, o simplemente dejarlas atrás, olvidarlas.
No avanzas, y de lo que tú no te estás dando cuenta es de que “ni comes, ni dejas comer”.
Como el perro del hortelano, que ni come, ni deja comer :)
ResponderEliminarJajaj pues claro que sí Sandra;)
ResponderEliminar