Sueños, sólo son sueños, esas ideas que me invaden cuando se escapan del subconsciente, esa parte donde van las ideas y pensamientos sin que nos percatemos. Quizás no debería preocuparme, pero soy así, y creo demasiado en estas cosas como para dejarlas pasar.
Un sueño puede ser un deseo, un odio, un proyecto, una ilusión...etc.
Y por si no tuviera poco con mi laberinto de ideas, ahora esto. Ya no sé que pensar.
Sigo necesitando pequeñas dosis de realidad cada poco tiempo, y lo peor de todo, es que a veces, nunca llegan.
Estoy en un punto en el que no distingo entre deseos o correspondencias, aspiraciones o resignación, y realidad o mi propio mundo.
Querría solucionar todo esto pero la verdad es que no me veo capaz, ni siquiera me veo con la esperanza de encontrar el problema.
A veces me asusta no poder salir de este puzzle de ideas en el que las piezas no encajan, y en el que una pequeña niña como yo, se siente perdida.
Por eso en algunos casos el mero hecho de no tener un motivo para llorar, es la mejor razón para sonreír y ser feliz.
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