A veces lo
mejor es olvidar, o al menos intentarlo.
¿Cómo se
puede olvidar algo que nunca tuviste? ¿Cómo puedes añorar tanto un sueño que
quedó sin cumplir?
Puede que
sólo sea un capricho de niña mimada. Culo veo, culo quiero. Quizás si algún día
lo hubiera llegado a tener, habría sido como uno de esos peluches que de
pequeños tanto queríamos hasta que lo teníamos, 2 horas de uso, y directo al
olvido. Como si fuera de usar y tirar. Como si nunca hubiera existido antes
para mi.
Capaz de
calmar esas ganas irrefrenables de tenerlo, esos impulsos de abrazarlo. Sólo
consigue que cada día me olvide más de todo, que me replantee las cosas, mi
camino, y mis decisiones.
Pero quiero
es mejor que esto acabe aquí, que se convierta en los restos de un recuerdo que
quizás nunca había deseado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario