Tesoros

Nuestra vida está compuesta por piezas, por pequeños elementos sin los cuales, no podríamos ser felices. Cuando una de esas piezas tiene un problema, algo en ti falla. Algo te dice que las cosas no van bien o que pueden ir a peor incluso. Esto te supone parar. Parar con todo lo que estás haciendo e intentar arreglar esa pieza. Pero, ¿qué te encuentras? Que ésta ya está desgastada, abatida y sin fuerzas. Porque no ha fallado una vez, ni dos, ni tres. Han sido demasiadas. Aquí es cuando te das cuenta de que es única, y que hay que tratarla como un tesoro, porque es insustituible, y sin ella nada podría funcionar, nada sería igual.
Pero es que ese cuidado no sólo depende de ti. Y aunque hagas todo lo que esté en tu mano, si las otras partes de las que también depende no colaboran, esto sería intentar un imposible.
Yo debo de ser capaz de controlarme a mi misma y a esas cosas que dependen de mi. Pero con las otras partes yo no puedo hacer nada. Si no son capaces ni de controlarse a sí mismos, yo no puedo pretender que lo hagan con aquellas cosas que dependen de ellos. 
"No te das cuenta de lo que tienes hasta que lo pierdes". Aquí no hay pérdidas, pero lo que hay que hacer es cuidar todos esos pequeños elementos para que ninguno falle y después no tener que lamentarse por errores pasados. Porque no podemos volver el tiempo atrás, pero sí trazar el futuro que queremos vivir.